El amor no duele tanto, no? Y si es amor, no debería de doler. No hace mucho tuve una experiencia amarosa, donde claramente todo era color rosa, sabor a miel, ya con el paso de los meses, del tiempo, empezó a hastiar tanto ese color y ese sabor a miel, porque justamente con el proceso y tiempo en la relación se iban adquiriendo nuevas experiencias, obligaciones y demás, llamándolo de otro modo "madurez" Fue complicado entender que la otra persona quizá no estaba tan centrada como yo, se me hacía difícil ver o sentir que quizás yo iba adelante, y se sentía feo. Cuando uno ama, uno está dispuesto a todo, porque el amor puede todo, o eso dicen. El caso es que llegue al límite de perderme a mi para que el ser con el que yo estaba sintiera ese choque emocional de vida para que colocará los pies en la tierra y aun así no lo hizo. Sentía desgaste, me sentía abrumada, porque ya no me sentía como la novia, sino como la madre, la cual pulla, la cual exige, la cual espera, y creo...
Comentarios
Publicar un comentario