Lo escribió ella...

1
A mis 18 años tenía tan claro que depender de las personas te destroza el alma, dejar que alguien sea tu felicidad es lo peor de mundo. Estaba sentada en el piso de mi cuarto, lo veía tan grande y tan vacío, no tenía mis cosas, tan solo estaba hay sentada en el piso esperando que me llamaran. En este cuarto de mierda viví tantas cosas desde mis 6 años hasta los 18, ¡guau! Era mi maldita jaula, pero ahora soy libre, libre de mis pesadillas, libre de mis sentimientos y libre de pensamientos suicidas. Cuando perdí a mi madre y hermana el mundo se me vino enzima, no quería vivir sin ellas, no quería vivir sin mi alma gemela que era mi hermana, y si suena raro, pero ella lo era. ¡Ya basta de eso! No, no quiero pensar en ese tema.

Mi padre dice que ahora vamos a tener un nuevo comienzo, dice que este año va a hacer de nosotros dos, él es un gran hombre y como padre es el mejor, nunca me dejo sola y yo a él tampoco, ahora más que nunca nos amamos más que antes...

- ¡Celllll! Baja ya, nos vamos.
-¡Ya bajo padre!, solo termino de alistar me - por última vez me vi en el espejo de la puerta, solo pensé, ¡acá vamos!, llegó la hora, salgo de mi cuarto, cierro la puerta y solo bajo las escaleras, todo los recuerdos me invaden, recuerdo tantas cosas que duele, duele pensar un futuro sin mis mujeres, empiezo llorar no quería que mi padre me viera así, pero está en la sala esperándome y tan solo corre hacia mí y me abraza con tanta fuerza, pero con esa ternura, con ese sentimiento de protección.

-No llores Cel, si te veo llorar me harás llorar y tengo que ser el fuerte en esta familia, sé que nuestra familia está un poco rota, pero somos tu y yo contra el mundo - ¡mierda! Esa frase me la decía mi hermana, ¡Dios! Cuando voy a parar de sufrir, tan solo sigo abrazando a mi padre y trato de calmarme para no dejar a mi viejo mal - ¡Vamos! Tu y yo podemos solos.
-Somos tú y yo contra el mundo, ¡vamos pa´, vamos por un nuevo comienzo - respire hondo, me calme y deje de llorar - ¡¡Vamos a nuestra nueva casa!! - trate de decirlo lo más feliz posible.

Nunca pensé que me iría de mi casa, siempre pensé que mis padres morirán hay en su casa donde vieron crecer a sus hijas y a sus futuros nietos, porque ¡sí! Pienso tener hijos, pero eso es otro tema, también pensé que esa sería la casa de las reuniones familiares como navidad, cumpleaños y días festivos, pero ahora esos pensamientos murieron, están tan muertos como mis ganas de vivir...

-Cel en que tanto piensas, no me gusta que estés tan callada, háblame o no se cantante, solo deja de estar callada - Mi padre tenía razón, antes hablaba hasta por los codos, aunque nunca entendí eso - Vamos Cel, busca una canción para que me cantes.
-Papá tú sabes que canto horrible, pero bueno si quieres que llueva soy feliz - encendí la radio y busque la música, pero como raro nunca hay nada bueno, pero espera lo que el destino me trajo. - ¡oh! Por dios esta canción me encanta - comencé a gritar la canción como si no hubiera mañana, mi padre me miraba y sonríe.

“¡No hay nadie como tú
No hay nadie como tú mi amor
¡No hay nadie como TÚ!
¡No hay nadie como tú
No hay nadie como tú mi amor
¡No hay nadie como TÚ!”

Estos momentos con él en serio los apreciaba y mucho, eran únicos, me encantaba estar con él y yo sé que a él también le gustaba estar conmigo. Después de estar en el carro como una hora larga de cantar, hablar de mis súper héroes favoritos y también de mis escritores favoritos hablamos de muchas cosas, nos reímos hasta más no poder.
Por eso lo amaba, con él podía hablar de cualquier cosa y nos sentimos bien.
Íbamos por uno de los barrios más lindos que he visto, de pronto giro a la derecha y se estacionó frente una casa hermosa.
-Bueno Cel esta es nuestra nueva casa - ¡mierda! Si es grande - Esta linda ¿cierto?
-Pa´ está muy grande, ¿no?, ¿solo vamos a vivir tu y yo? - sigo en el carro no quiero bajarme en un barrio extraño.
- ¡Sí! Cel, solo tú y yo, bueno y la señora del aseo, claro está, vamos baja del auto, no te va a pasar nada - se ríe en voz baja.
-Vamos a tener señora del aseo, ¡guau! Me siento importante - me río con ganas, pienso mucho antes de bajarme del carro, pero a la final lo hago, el barrio es muy lindo, tiene casas muy bonitas y un parque hermoso, ya se dónde hacer ejercicio.
-Vamos hija acércate a tu nueva casa - me hago al lado de él y me abraza - Estoy muy feliz Cel, este es nuestro nuevo hogar.
-Bueno pa´, abre la puerta que quiero conocerla - lo miro y le sonrió, al fondo logro visualizar a una chica, nos está mirando, de seguro ya sabe que somos nuevos en el barrio, me hago un poco hacia atrás y la miro, ella se pone de mil colores y solo se entra a una casa de seguro es la suya, quien sabe. No logré visualizar bien su rostro, no sé si es linda o fea - ¡Papá! Deja tu celular y abre la puerta - me le lanzó enzima grita y se ríe.
-Jajaja Cel bájate, no estas tan delgada que digamos - se sigue riendo - ¿quién es mi buñuelito? ¿Quién? - se ríe con más ganas, no puede parar de la risa.
- ¡Ya papá! Era tú buñuelito, eso era antes cuando era pequeña y gorda, ahora soy diferente - lo miro seria para que deje de reírse, odio ese apodo, lo odio y mucho, así me decía mi mamá y no quiero volver a escucharlo.
-Vale ya entendí, no te vuelvo a decir así, solo cálmate hija - él se dejó de reír y por fin abrió la puerta.
Cuando mi padre abrió la puerta, quedé sorprendida de la maravilla que me esperaba.

2
- ¡Abby! - grito mi hermana al entrar a la casa - ¡¡¡¡Abbyyyyy!!!! ¿Dónde estás? - corrí hasta la sala lo más rápido posible.
- ¡Mierda! Jenny, ¿qué paso? - sentía que el corazón se me iba a salir del pecho.
-Jajaja, nada boba solo quería asustarte - se comenzó a reír como cerdo.
- ¡Maldita! Me hiciste correr para nada, ¿sabes que te puedo matar - ella seguía riendo - ¡ya basta!
- ¡Ay! Deja de ser nena, pero si te quería contar algo, estaba entrando a la casa y vi a los nuevos vecinos, es una chica y supongo su esposo, pero el señor era muy viejo - ella comenzó a reír - te imaginas ese viejito enzima de la chica - hizo una mueca de asco.
-Primero idiota, no vi al viejito y segundo puede ser su padre, ¿no crees? - le pegué en la frente - y deja de ser tan sucia.
-Bueno si, puede que sea su padre, pero yo creo que se lo presta - no entiendo de donde Jenny saca tantas estupideces.
- ¡Ya! Deja de ser tan sucia, no los has dejado llegar y ya hablas pura mierda, hablar mierda es lo tuyo - me reí bajo.
-ja ja ja, que risa maldita loca - se me lanzó enzima - ¡ahora muere! - nos reímos las dos como locas.
-Bájate idiota, sabes que no puedes esforzarte - Al bajarse me pego un puño - ¡Oyeee! Maldita me dolió.
-No tienes que recordarme que estoy enferma - a ella le daba mal genio que le recordarán sus debilidades, dice que se siente anormal - y el puño te lo mereces por perra.
-Está bien, esta te la dejo pasar solo porque estoy cansada de tu gordura - comencé a reír con locura y ella me mato con la miraba, se me iba a lanzar enzima, pero salí corriendo para mi cuarto.

Al llegar a mi cuarto tire la puerta con todas mis fuerzas y le eche llave, así ella no podría entrar, por ahí me grito unas cosas, pero no le preste atención, después de un rato ella se fue para su habitación y quede en paz, estaba acostada en mi cama y sentía el silencio, ese silencio que me mataba, me levante y cogí mi celular, ningún mensaje como raro ya es normal que todos mis amigos me ignoren, que iba hacer... Ah verdad la música, me fui directamente a mi cantante favorita "Amy Winehouse - Valery" ¡Dios! Esa mujer canta perfecto, la amo, comencé a tararear la letra y empecé a saltar con una energía sorprendente.

- ¡Oyeeee! Loca deja de saltar - me grito Jenny desde el otro lado de la puerta - Abby ¿vamos a comer?, tengo mucha hambre - quite la música de mi celular y abrí la puerta.
-Claro nene, pero tu invitas - me miro y se río.
-Que invite mi padre - nos miramos y afirmamos con una sonrisa - pero le dices tú.
-Bueno, pero escojo la comida, ¿va? - me estaba dirigiendo al cuarto de mis padres, cuando llegué a la puerta lo pensé muchísimo antes de golpear.
-Vamos cobarde, golpea - me susurro - vamos que mi panza pide comida.
-No es fácil Jenny - a nuestros padres no les gustaba que los molestáramos y más cuando estaban descansando de sus viajes de negocios - ¡OK! Aquí vamos - golpeé la puerta, pero fue muy pasito, abrí con un cuidado extremo, pero Jenny me empujó y caí al piso - ¡¡Mierda!!
-jajajajaajaja idiota nuestros padres nos están jajajajaja - ella no podía de la risa, le dolía el estómago de la fuerza que hacía al reírse.
-Eres una maldita perra, el corazón casi se me sale del pecho, ¡Ush! Eres una perra - me levante del piso y le pegue un puño en la pierna - Te lo mereces por mentirosa.
- ¡Mierda! Eso dolió - dejó de reírse y se tocó la pierna.
- ¿Y a todas estas dónde están? - como raro ellos fuera de casa.
-Tuvieron que irse, por algo del trabajo, la verdad no me acuerdo no les preste mucha atención, lo único que escuché es que dejaron plata en la cocina - como raro ella escuchando lo que le conviene.
- ¿Y no dijeron cuanto se iba a demorar? -ella negó con la cabeza, ush que mal genio, ellos y sus putos viajes de mierda, los odio - Vamos Jenny, vamos a comer.

La verdad intento de que no me importe, pero odio que ellos no estén en nuestras vidas y más con la enfermedad de Jenny, pero lo único que me importa es tener a mi hermana conmigo.

- ¡Abby! - gritaba alguien desesperado - Ayúdame Abbyyyyy - de seguro es mi hermana jodiendo otra vez, me dirijo hacia la cocina lo más lento posible
- ¿Que paso? ¿otra de tus bromas? - fui caminado muy despacio y la vi tirada en el piso ¡mierda! Otro de sus colapsos - ¡Dios! ¿Qué paso? Que hiciste - me tiro al piso y trato de levantarle la cabeza con mucho cuidado - ¿DONDE ESTÁ TU INHALADOR? - le gripe para que me entendiera, ella trataba de calmarse, pero no podía se le dificultaba respirar - ¿DONDE ESTA TU INHALADOR? - ella trataba de señalar su maleta, me levante del piso muy rápido, corrí hacia la maleta y comencé a buscar, pero tenía mucho reguero y lo único que sé me ocurrió fue abrir todos los bolsillos y sacudirla boca abajo todos sus cuadernos, esferos y maquillaje cayeron al piso y de pronto salió el puto inhalador lo cogí rápido y me dirigí hacia ella...

3
Golpee su puerta - ¿cómo estas bebé? - no quería demostrar preocupación, eso le fastidia a Jenny.
- Ya mucho mejor - trata de levantarse de la cama - Tengo que salir, me están esperando - ¡Dios! No pelees con ella, no pelees con ella
- ¿Ah sí? Y eso para dónde vas - no pelees con ella, solo respira
- Me invitaron al parque, algo de un partido o algo así - Trata de no matarla
- Vea pues, ¿y puedo ir? - que diga que no y la mato
- Claro tu eres la que me va a gastar el helado - la amo - Pero arréglate, así no va a ir
- Esta bien, solo me arreglo por que supongo que va a estar Joel - ella me mira y me sonríe, me dirijo a mi cuarto a mirar que me puedo poner
- ¡Abbyyyyy! Sal ya que te quiero ver - lo pienso mucho antes de salir, no estoy segura de salir con esta ropa
- Voy a bajar, pero no te burles de mi - bajo las escaleras y ella esta hay esperándome
- ¡O por Dios! Te ves hermosa, solo mira té con esa falda y la chaqueta de jean, dios te ves divina - solo con ese comentario me sentí hermosa
- Gracias, gracias no tantos aplausos por favor - se comienza a reír - Jajajajaja sé que soy lo mejor no tienes que decirlo
- Deja la bobada y vamos que ya es tarde - ella coge las llaves y me saca corriendo de la casa


Salimos de la casa y la vi...
No sabía que hacer me quede ahí viendo como pasaba la calle, ¡Dios! es hermosa, pero que me pasa es una chica, una chica muy hermosa, no supe cómo reaccionar cuando me vio, tan solo me quede hay como estúpida.
- Que te pasa me pregunta Jenny - volteo a verla y está mirando raro - es como si te hubieras perdido en tu mente
- No pasa nada, solo estaba mirando la chica de allá - le señalo con el dedo
- Ahh ella es la vecina nueva, te acuerdas que te dije que se lo prestaba a un viejito - asiento con la cabeza - pues es ella - nunca pensé que sería tan hermosa - pero no te quedes como idiota viéndola, que pensara de ti - se comienza a reír, pero tiene razón dejare de verla
- Bueno vamos ya - quería evitar ese momento incomodo
- Si vamos ya, que tu ex debe mirar lo que perdió - cuando Joel me termino no sabía que sentir… por un momento deje de pensar en Joel y solo se me vino a la cabeza la chica de vestido negro, pero esa chica como se llamara, ¿será que si se lo presta al viejito? No creo tal vez si es el padre, tengo que conocerla, pero debo ser lo mas casual - ¿si me estas prestando atención? – la pregunta de Jenny me saca de mis pensamientos.
- Si, si solo me distraje.

Cuando llegamos al parque los chicos ya estaba jugando y le dije a Jenny que buscará a Joel disimuladamente, pero al parecer el idiota no estaba, después de un rato nos sentamos por hay cerca y llego Billy la traga de mi hermana, cuando llego el deje de existir para ella ya era algo muy común así que no le dije nada y me fui sabiendo que iba a estar en buenas manos, me dirigía hacia la casa pensando en que no había hecho mi tarea de filosofía y de repente la volví a ver, se veía tan hermosa.

No sé qué pensar de esa chica tan hermosa…



4
¿Sofi?, ¡¡SOFI!!, corría con tanta desesperación, ¡¡¡SOFIA!!! No me dejes, no me dejes sola, vuelve por mí, ¡¡¡SOFIAAA!!!... Me levante de golpe, tenía la respiración tan acelerada que no podía calmarme, pase mi mano por la frente y la tenia muy mojada, mis manos estaban temblando, no podía tener pensamientos claros, no podía calmar mi respiración, solo estaba asustaba no quería pensar en esa pesadilla, ¡vamos! Celeste puedes calmarte, solo respira profundo, cálmate todo está bien, como puedo pensar en estar bien si lo he perdido todo, ¡MIERDA! solo sabia contradecirme odio hacer eso, pero es la realidad.
Después de unos segundos ya me sentía mejor, ya podía respirar bien, ya estoy bien es lo único que pensaba mientras miraba el techo de mi habitación, ¿Qué hora será?, ¿será que mi padre ya se fue?, saqué mi celular debajo de la almohada y lo encendí, ¡Puta! Son las 06:30 que hago despierta tan temprano, maldita pesadilla me quitaste todo mi sueño, levanto mis brazos, intento encontrar la posición perfecta pero solo me muevo como boba en esta cama, es lógico que no tengo sueño y que es hora de levantarme, pero hacer que, que hago en esta casa o en este barrio, en ese momento me acorde del parque, ¡¡claro!! Me levante rápido me cambie de ropa cogí mis audífonos y salí de mi cuarto, baje las escaleras corriendo

- ¡Señorita Celeste! – dice Rosa sorprendida - ¿Qué hace despierta a esta hora?, su padre se acabó de ir - todavía no me acostumbraba a la criada
- Rosa ya te dije que no me digas así dime Cel – le sonrió – no te preocupes no lo estoy buscado, es que voy a salir hacer ejercicio – ella me mira raro – jajaja ¿Por qué me miras así?
-No es nada señorita, ¿quiere que le prepare el desayuno? – Ya estoy llegando a la puerta
-No tranquila, cuando llegue como algo, ¡GRACIAS! – le grito cerrando la puerta.

Sali de la casa respiré hondo y me puse los audífonos, vamos a escuchar “R.E.M. - Losing My Religion” quise correr hasta el parque, empecé a correr muy despacio para calentar mis músculos también movía los brazos de arriba abajo, parecía que quisiera volar me reía en silencio, cuando quise pasar la calle mis ojos se centraron en ella, no podía quitarle mis ojos de encima, es hermosa no sabia ni como definirla, no tenía pensamiento claros solo la podía ver y detallarla, ¡Mierda! Me vio, se dio cuenta que la estaba acosando, solo supe correr más rápido, pero me tropecé con el anden y casi me caigo no sabía cómo reaccionar ante ella porque sé que me estaba viendo gire para mirarla y me sonrió, me sonrió ¡Dios! Que sonrisa más hermosa solo la miré y le sonreí, estaba en un hermoso momento, pero llego una chica, esa chica ya la había visto antes la tomo del brazo le dijo algo y se fueron rápido, me quede ahí por unos segundo pensado en que le habría dicho.
Llegue al parque y le eche un vistazo solo había viejitos trotando, bueno al menos no tendré distracciones, comencé a hacer mi rutina, la rutina que tenía con Sofi cuando salíamos hacer ejercicio para vernos ¡divinas! Decía ella.

Iba de regreso a mi casa y sonó mi celular, ¡MIERDA! Este tipo otra vez, gire mis ojos
- Hola Evan – mierda que querrá ahora
- Hola amor, ¿Cómo estás?
- Evan ya te dije que no me digas así - ¡Dios! Que quiere
- Por favor Cel no me puedes evitar para siempre – me fastidia, me fastidia tanto
- ¿Qué quieres?, dime ¿qué quieres? – le costara tanto dejarme en paz, es algo tan sencillo, solo que se vaya y haga su puta vida y deje la mía en paz
- Quiero verte, estoy al frente de tu casa así que acá te espero - ¡PUTA!
- Ya no vivimos… -  no me dejo terminar mi oración
- Lo se Cel, ya hablé con tu padre – Mucho hijo de puta – estoy al frente de tu nueva casa- cuando dijo eso no sabía que decir, no sabía que decirle…

Cuando llegue a la esquina él estaba ahí esperándome, no deje que me viera así que me escondí, no quería verlo y mucho menos después de lo que hizo.

- ¿Alo? Celeste ¿sigues hay?, quiero verte amor
- ¡¡¡Carajo!!! Que no me digas así y sabes vete a la mierda – le colgué antes que dijera algo más, espere y espere a que se fuera

Estuve un rato ahí en la esquina esperando que ese cretino se fuera, pero no lo hacía se sentó en el anden y no se movía lo odio tanto, solo me quede ahí esperando a que se fuera cuando llego alguien y me saco de mis pensamientos
- ¿De quién te escondes? – era una voz masculina, mi reacción fue quedarme quieta, pero quise ver de quiera esa voz tan gruesa, cuando lo vi quede impresionada, impresionada de ver a ese chico tan alto, tan musculoso.
- ¿Perdón? – puse mi mano en el pecho, no sabía cómo reaccionar, no quería demostrar que su presencia me intimido
- ¡Si! Te estas escondiendo – él se acerca y mira con cuidado a la calle - ¿te escondes de ese chico? - ¡Dios! Huele muy rico, que fue lo que dijo ¡mierda!, solo moví mi cabeza en forma de afirmación
-¡¡SI!! – di dos pasos atrás no quiera estar tan cerca de él, ¡mierda! Por que tiene que ser tan lindo  
- ¿Luego que te hizo?, debe ser tu novio o tu exnovio ¿no? – me levanto una ceja y me sonrió, se veía tan sexy
- Estas en lo correcto es mi exnovio – le sonreí, suelta un suspiro
- Pensé que ibas a decir que era tu novio, que alivio – paso su mano por la frente y nos reímos - ¿Por qué no quieres verlo? – esa pregunta me incomodo demasiado
- Solo te diré que me hizo mucho daño – el me miro y sonrió, no entiendo por que me mira de esa forma
- ¿Ah sí?, ¿y está sentado al frente de tu casa? – miro otra vez a la calle, solo le asentí y el me volvió a mirar – Vamos, dame la mano – me dijo con una sonrisa que me confundía muchísimo, en ese momento cogió mi mano y la entre laso con la de el y nos dirigimos a mi casa – Sígueme la corriente -  cuando Evan nos vio se levantó rápido del piso y me miro, vi esa mirada rota, esa mirada que yo tuve hace tiempo atrás, me dio una nostalgia tan horrible, pero el merece esto, el merece sentir este dolor que yo sentí hace tiempo, el chico sin nombre me dejo al frente de la puerta.
- Amor recuerda que mañana paso a la misma hora para hacer ejercicio – se me acerco muchísimo, ¡¡Dios!! Me va a besar, cuando sentí sus cálidos labios junto a los mios me quedé quieta no sabia como reaccionar a lo que estaba pasando, solo cerré mis ojos, después de ese beso fingido él se apartó – Mañana nos vemos preciosa – el se fue y Evan ya no estaba, no me siento orgullosa por lo que acabo de pasar, pero en serio le agradezco a ese chico sin nombre, después de ese momento tan loco abrí la puerta y entre con una tranquilidad interior.



5
- Tengo miedo – dije soltando un pequeño suspiro
- ¿De que tienes miedo?, ¿Celeste de que tienes miedo? – tan solo miraba al espacio, no sabia que responder ante esa pregunta, tenia miedo de todo, absolutamente todo.
- No lo se en realidad, solo quiero que esta mierda se sesiones pare, no quiero volver a pensar en mi madre o en mi hermana, ¿sabe cual es mi realidad? – el me miraba y no decía nada – mi realidad es saber que ellas están muertas, todas las putas noches pienso que esto es una maldita pesadilla, pero ¿sabe que me encuentro en las mañanas? Un dolor tan grande, mas grande que el amor que siento por mi padre, es un dolor en los huesos que a veces no puedo manejar, es un puto dolor que acaba con mi existencia.
- ¿Has pensado en la idea del suicidio? – que pregunta tan estúpida – tienes que decirme que piensas, así es la única forma de ayudarte – Ayudarme es una broma-
- ¡Es una puta broma!, cada día de mi vida pienso que todo esto es una pesadilla, solo quiero que pare y a usted le preocupa que me tire de un edificio, ¿sabe qué? Váyase a la grandísima mierda con sus terapias me limpio el culo – me levanté de la silla y me dirigí a puerta.
- Sabes que huir de tus problemas no es una solución – me dijo levantado se dé la silla – me detuve al frente de la puerta y lo miré.
- Muy bien son mis problemas, así que deje de joderme la vida Psicólogo de mierda – Sali lo más rápido de ese consultorio, no quería estar ahí.

Autor: Estefany Sáenz
     Dayanna Sánchez 

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