Para ti, cabrona.

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No es tan difícil amarla, de verdad;
sí, es media odiosa a veces,
un poco bipolar y bien berrinchuda la cabrona,
pero mi amiga,
si no quieres a alguien así en tu vida,
búscate un vato entonces,
porque todas las mujeres lo son,
solo necesitamos un poco de paciencia
y no hacer las cosas más complicadas,
ellas se encargan de eso.

Y que no te sorprendan sus locuras,
te tomará por la espalda para
darte unos besos cuando llegues,
te hará bromas pesadas
y te dará de nalgadas;
tal vez le tengas que hacer el
desayuno todos los domingos,
y el amor todos los días,
y no precisamente me refiero
a tocarle el cuerpo,
sino el alma.

No te pide ni todas tus horas,
ni toda tu entrega,
ni flores cada fin de semana,
ni que la sorprendas a diario con poemas,
solo que la ames con todas las fuerzas.

No quiere lujos,
ni regalos costosos,
ni restaurantes lujosos;
llévala a los helados para que
veas como se pone de contenta,
o regálale el vestido,
ese,
el que siempre se queda viendo
cuando pasan por la tienda de ropa,
el del maniquí chichón,
culón y sin cabeza,
y si se lo pone y no se le vea igual,
dile que es una belleza;
y si te pregunta que si se ve gorda,
toma su mano, y dale una vuelta,
Dile que así se ve bien mamacita
Creeme que eso nunca falla

La mujer es infinita,
hay que saber explorarla
y cómo tratarla.
Puede ser tu princesa o tu dragón,
dependiendo la clase de persona que seas.

Y mírale el rostro,
sí,
está felíz,
es una mujer felíz.
Y en este momento es por ti
Así que valorará cabrona, que el amor cuando llega, llega en forma de estrella, y sos tan ciega, que la tienes en tus manos pero ojo! Que cuando ya no esté, creeme...
Que le extrañarás tanto como ella lo hacía contigo


Dayanna Sánchez. 


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