Nos queremos vivas!
Tenemos miedo, estamos paralizadas, heridas, aterrorizadas. Ya no sentimos la libertad de ir por la calle con audífonos, de usar nuestro vestido favorito, ahora las calles después de que oscurece se convierten en una bomba de tiempo para nosotras, dónde si no caminamos rápido, tal vez no podremos llegar. Niñas, adolescentes, adultas, todas nuestras vidas corren riesgo por igual, gritamos desesperadas, ni una más, pero esta maldita sociedad no escucha el grito de una hija, una madre, una hermana, una amiga, no escucha el grito con dolor de cada mujer, que quiere llegar con bien a su hogar. No podemos detener nuestra rutina, no podemos dejar de trabajar o estudiar, por el miedo a no regresar, pero cada día que salimos, cada mirada acosante, cada tipo que se te acerca bastante, o comienza a seguirte de inmediato te comienza a asustar. Salir de casa hoy en día significa no saber si volveremos, y no, no es drama, no es exageración, ni llamar la atención, es la cruda realidad, y no, no ...